En el año 2000, unos investigadores de la Universidad de Cornell, invitaron a un grupo de personas a una función gratis de cine que incluía un recipiente de palomitas. Estas palomitas estaban rancias, preparadas hace cinco días y sabían a plástico. Sabían tan mal que algunas personas, enojadas, pidieron su dinero a pesar de que fueron gratis. Cuando los investigadores pesaron los recipientes luego de la función, se quedaron sorprendidos pues las personas con recipientes más grandes habían comido mucho más que quienes tenían los recipientes medianos. Repitieron el mismo experimento en diferentes ciudades y el resultado fue el mismo. Mientras más grande el recipiente, más palomitas con sabor a…