Cuando Cristiano Ronaldo terminó su carrera en los mundiales la opinión se dividió en dos: quienes sintieron tristeza, no sólo por su eliminación sino por la forma en que fue tratado, y quienes buscaron argumentos para justificar ese irrespeto: soberbio, engreído, millonario, su tiempo ya pasó, el equipo no lo necesita, etc. Curiosamente la mayoría del segundo grupo exhalaba un tufo de resentimiento y de rabia contenida (y otros mostraban su odio abiertamente). Esto me dejó pensando en que si CR7 con todo lo que es y con todo lo que ha logrado no puede escapar de la envidia y de la gente que lo odia al extremo de querer…