Y es que todos tenemos 24 horas, los pobres, ricos, niños, adultos, hombres, mujeres, todos tienen el mismo tiempo. Por lo tanto, que sintamos que nos falta no es cuestión del tiempo en sí, sino de las cosas que hacemos con él.
Y es que todos tenemos 24 horas, los pobres, ricos, niños, adultos, hombres, mujeres, todos tienen el mismo tiempo. Por lo tanto, que sintamos que nos falta no es cuestión del tiempo en sí, sino de las cosas que hacemos con él.