¿Cómo construí la marca de mi empresa?

Cuando empecé a dar cursos en Escuela Digital (hoy EDteam) las preguntas más importantes no eran las técnicas (servidores, plataforma, etc) sino las pedgagógicas: ¿Qué enseñar?, ¿cómo enseñarlo?, ¿a quién enseñarlo? Después de más de una década trabajando como profesor tenía claro que la educación es un proceso que toma tiempo y que tiene una secuencia (y que no es un artilugio mágico que te enseña en un mes lo que la universidad no puede enseñarte en tres años). Por eso requiere una planificación en la que no vale saltarse etapas, sino gatear, caminar, correr y finalmente volar y alcanzar nuestros sueños. Y los sueños no se alcanzan con atajos, un árbol no crece más rápido echándole más agua y abono, no hay atajos para tocar con destreza el piano o el violín. Y tampoco hay atajos para programar o diseñar mejor, solo hay trabajo, dedicación y por supuesto, ir en orden, de menos a más.

También en mis años de profesor había aprendido a sentir asco por los que se enriquecen con el cuento de la educación (trabajé para muchos de ellos), dando una calidad miserable pero prometiendo como si fueran la divina pomada. Tenía muy claro que no quería ser así, y que NO DEBÍA ser así. Si alguien prefería aprender por su cuenta y no comprar mi curso pues adelante. Es más, sería muy hipócrita que yo (un autodidacta al 100% que no pisó más que un año la universidad y desaprobó casi todos los cursos) le diga a alguien más que no puede aprender por su cuenta solo por vender un poco más. Estaría traicionando mis propios principios, convirtiéndome en uno de aquellos por los que siento asco.

Por último, de mi época de profesor también aprendí lo estúpido que resulta el aprendizaje memorístico. Que solo sirve para no dormir una noche anterior al examen y cinco minutos después de terminado, olvidarlo absolutamente todo (o más del 90%). Por lo que las evaluaciones de opción múltiple no me convencían para nada. Mucho menos los certificados que no certificaban más que haber pasado unas pruebas de este tipo, pero no son capaces de certificar tu capacidad para aplicar correctamente esos conocimientos en el mundo real (que es lo que de verdad importa). Tenía claro que los conocimientos se afianzan aplicándolos, no memorizándolos como un poema para el día de la madre solo para que un profesor ocioso no tenga que razonar al calificarlos, o peor aún, un algoritmo mecánico que solo cotejará que la respuesta “C” es la correcta sin saber si tal vez lanzaste una moneda para marcar esa letra (tenía un amigo en el colegio cuyo método era marcar la opción “C” cuando no estaba seguro y luego todos lo hacíamos, a veces teniamos suerte y otras no). Entonces no, esos certificados no certifican nada. De hecho, desde que trabajaba en colegios sabía que la verdadera forma de aprender era con proyectos. Lo pude aplicar en un par de colegios (casi de contrabando porque a menudo me obligaban a seguir sus prehistóricos sistemas de calificación) y el resultado era fenomenal. Los estudiantes aprendían de verdad, no se estresaban memorizando, sino que aprendían mientras creaban algo. Y creaban algo que los enorgullecía, y explicaban su creación, sustentaban sus motivaciones y ganaban mucha experiencia en el camino.

Así que cuando lancé el primer curso en Escuela Digital, no tuve que pensarlo mucho: sería HTML el curso, y sería desde cero, porque no vale saltarse etapas en la educación (de otra forma sería una mentira). Y sería honesto con todos: “este es un curso para quienes no saben nada de desarrollo web y quieren empezar, o para quienes sí saben pero quieren reforzar o repasar HTML”. Pero hasta ahí, no más. Muchos me decían que estaba bien y que esperarían cursos más avanzados para inscribirse pero que por ahora no. Lejos de hacerme sentir que habia tomado la decisión equivocada eso me incentivaba. Primero porque me decía que tendría clientes seguros para próximos cursos; y, segundo, porque me dejaba en claro que la gente entendía eso de que la educación es un proceso y que va etapa por etapa. Sin embargo, hubo muchos otros que me insultaron y hasta me tildaron de estafador por vender un curso de HTML, cuando según ellos, HTML se aprende en una hora porque es demasiado fácil. No importaba, yo nunca vendí el curso con falsas promesas y si alguien opinaba que era una estafa pues que no lo compre y ya. No había necesidad de insultar. Pero aún así esos insultos me demostraban que la gente se fijaba en el proyecto que acababa de nacer. Fue una época muy fuerte y dura pero que siempre recordaré con mucho cariño porque fue el inicio de algo grande. Y lo mejor: hasta la fecha no he visto un curso solo de HTML y con esa cantidad de horas (más de 24) en competidores. Las otras plataformas de educación (que deberian entender de educación porque ese es su negocio) cometen el peor error de todos: saltarse la primera etapa. ¿Qué garantías te dan de que no se saltaran otras etapas? (de hecho lo hacen). Por eso salen tantos estudiantes frustrados con esos métodos “apresurados”.

¿Qué tiene que ver eso con construir una marca?

Una marca es algo intangible, a diferencia de un producto que es tangible y material. La marca no es un logo, sino al revés: el logo es el símbolo que representa a la marca. La marca es un conjunto de valores y características que la gente asocia a tus productos. Por ejemplo, imagina (solo imagina) que te dicen que harás una comparativa entre smartphones de Microsoft, Apple, Google y Facebook. Estoy 100% seguro de que antes siquiera de tocarlos ya tendrías ciertas opiniones e ideas provenientes de lo que cada marca significa y representa. Y es que la marca se construye en la mente del público a través de las decisiones que toma la empresa. Si la empresa produce productos baratos y malos la gente asociará su marca con lo barato y de mala calidad. Piensa en Ikea, Tesla, Coca Cola, Nike, Ferrari, Mc Donalds, Xiaomi. Te gusten o no esas marcas, te transmiten algo. Y es cada decisión, cada rumbo que toma la empresa, cada anuncio que publica, cada producto que lanza al mercado lo que construye su marca. Apple no inventó el reproductor de música digital, pero redefinió todo el concepto con el iPod. ¿Alguien se acuerda de los reproductores digitales previos al iPod? Nadie. Si tuviera que definirlo en una sola palabra, sería “PERSONALIDAD”. La marca es la personalidad de la empresa. Puede ser atrevida, juvenil, sofisticada, alegre, sexy, torpe, grosera, cuidadosa, etc.

Es por eso que a lo largo de estos años he ido construyendo una marca con Escuela Digital (EDteam): cuidando los contenidos, cuidando la secuencia de aprendizaje en los temarios, cuidando la selección de profesores. Nunca sacando un curso para llenar un vacío en el calendario sino con una completa preparación. Por eso la frase “Desde Cero” fue construyéndose en el imaginario colectivo de la comunidad. De nada sirven los comentarios de “genios” que me dicen que otras empresas o cursos ya usaron la frase “Desde Cero” (solo demuestran que no saben del tema) pues lo que importa es construir una imagen, una personalidad que la gente asocie contigo. Y para mí hay dos frases que representan a Escuela Digital Team:

  • Desde Cero
  • Proyecto final

No había cursos con ese enfoque (con ambos enfoques a la vez) antes de nosotros en la educación online. Los hicimos nuestros con cada curso, con cada temario, con cada clase, con cada reunión de coordinación con los profesores. Ladrillo a ladrillo, paso a paso, gota a gota. Estas frases no han sido estrategia de marketing ni obra de algun publicista, sino, como dije al inicio de este post, nacieron de un principio muy arraigado y en el que creo fervientemente. Me he tomado la molestia de mirar otros contenidos que dicen ser desde cero y lamentablemtente no lo son. Son más bien como los videos clickbait en YouTube cuyo título dice una cosa y el contenido es otro. No son más que productos de publicistas o copias de otro producto. Hay excepciones claro está, hay cursos hechos desde cero realmente, pero son casos aislados que no representan la identidad de una marca y menos principios tan arraigados, tercos y obsesivos como los míos.

Es así como, creo yo, se construye una marca: definiendo qué eres y qué representas como empresa. Para eso es indispensable tener unos principios bien definidos. Tan bien definidos que aunque no estén enmarcados en la pared, todo el equipo los entienda y los interiorice. Hoy la comunidad nos hace incluso chistes con la frase “Desde Cero”. ¿Qué más pruebas de que estamos construyendo una marca sólida?


Hace unos días publiqué un post, en mi pagina de facebook, sobre una empresa que copiaba descaradamente nuestras frases de marca. Y no es casualidad, es copia literal de nuestro eslogan “Aprende Desde Cero” y del proyecto final. De hecho, muchos pensarán que nuestro eslogan es muy obvio, que no habia nada que pensar. Nada más lejos de la realidad. Fue recién cuando nos dimos cuenta de que la gente ya nos reconocía por los cursos desde cero, cuando vimos que en los foros y grupos de facebook recomendaban a EDteam si querias aprender algo “Desde Cero” cuando entendimos que habíamos calado en el imaginario colectivo y ese debía ser nuestro eslogan. No fue gratuito. No fue un chispazo de creatividad. No fue una estrategia de marketing. Nos lo ganamos con trabajo, sudor y lágrimas. Sin embargo, siempre es más fácil tomar el duro camino ya recorrido por otros y copiar lo que les funcionó. Peor aún, cuando su presupuesto de marketing es mayor.

Como no podía ser de otra manera, volví a ser insultado en los comentarios. Y es que ser insultado también es parte del proceso de construir una marca.


Publicado originalmente en https://ed.team/blog/como-se-construye-una-marca


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