Desde niño mi mamá siempre nos hablaba del valor de ahorrar (a diferencia de mi papá, mi mamá era muy disciplinada en el ahorro) y de guardar dinero para cuando haya una crisis. Su prevención nos salvo de muchas emergencias y momentos terribles, como el fujishock de los 90, además que gracias a sus ahorros pasamos de una casa de esteras a tener un techo. Sin su disciplina en el ahorro no habría sido posible.
Lo que no sabíamos entonces es que además de dinero se pueden ahorrar emociones, y que si ahorras de forma disciplinada puedes construir relaciones sólidas que soportan cualquier crisis. Y ya que una de las principales causas de infelicidad en las personas son las relaciones frágiles, vale mucho la pena ahorrar emociones. Piénsalo, las relaciones frágiles (con la pareja, hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo, etc.) nos llenan de estrés, porque cada conflicto, por más pequeño que sea, se agiganta y las debilita cada día más. Por otro lado, no hay nada más enriquecedor y generador de felicidad que tener relaciones sólidas: en quien confiar, con quien ser uno mismo, con quien sentirse valorado y querido.
Stephen Covey en Los siete hábitos de la gente altamente efectiva llama a este concepto Cuenta bancaria emocional en la puedes hacer depósitos y retiros. Un ”te quiero” a tus hijos o tus padres es un depósito. Jugar a la pelota con tus hijos es un depósito. Brindarle apoyo a un amigo cuando pasa un momento difícil es un depósito. Decirle a un empleado lo importante que es en la empresa es un depósito. En cambio, una discusión es un retiro. Juzgar a tus hijos en lugar de escucharlos primero es un retiro. Olvidar el cumpleaños de un amigo es un retiro. Levantarle la voz a un empleado es un retiro. Mientras tus depósitos sean mayores a tus retiros tu saldo será positivo y la relación estará viva.
Pero hay una trampa: que la relación esté viva no significa que esté sana, podría estar viva de milagro, agonizando, a un paso de la muerte. Esto suele ocurrir con las relaciones tóxicas que mezclan peleas y rupturas con reconciliaciones y momentos bonitos. El saldo es positivo, pero cercano a cero. Esa es una relación frágil que nos desgasta, nos estresa y puede llegar a deprimirnos.
En cambio si haces depósitos permanentes, todos los días, todos los meses, todos los años, tendrás un saldo tan grande que compensará los retiros que te toque hacer. Una discusión no pasará a mayores porque tu saldo positivo es muy grande. Las habladurías de los demás no harán que tus amigos se alejen porque tu saldo es alto. Cuando pases por un momento difícil la gente con la que construiste una relación sólida estará contigo.
Me siento muy orgulloso de decir que todos los días (o casi todos) hago depósitos a la cuenta bancaria emocional de mi familia. Gracias a esos depósitos es muy raro que haya discusiones, gritos o momentos tóxicos. Como en toda familia pueden haber discusiones o malentendidos, pero ya que nuestro saldo es alto nunca pasan a mayores. Mi siguiente paso es aumentar esa cuenta bancaria emocional con todos los miembros de mi empresa.
Y así como los padres ahorran dinero para la universidad de sus hijos yo he ahorrado por muchos años en la cuenta bancaria emocional de mi hija para cuando llegue a la adolescencia, la etapa que todos los padres temen. ¡Y ya llegó! Espero haber ahorrado lo suficiente. ¡Deséenme suerte!
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