¿Sabes cuál debería ser tu momento más relajado de la semana?
Si eres como la mayoría, pensarás que es la tarde del viernes porque se acaba el trabajo (o la escuela) y te vas a descansar. Y tienes razón, pero hay otro momento que estás desperdiciando. Y sin darte cuenta, eso te está llenando de estrés.
Me refiero a la tarde y la noche de los domingos.
La mayoría de nosotros gastamos ese momento valioso en terminar pendientes que son para el lunes y la tarde del domingo se convierte en una guerra contrarreloj. Como si hiciéramos las maletas una hora antes de que despegue el avión.
¿Cómo no vas a comenzar la semana estresado, odiando los lunes?
¿No te gustaría terminar el domingo viendo una película, paseando con tus amigos, tu pareja o tu familia?, ¿leyendo, escuchando la música que te gusta o comiéndote un helado en vez de morderte las uñas contando las horas que faltan para el lunes?
Tus pendientes del lunes deberían estar definidos como máximo el domingo por la mañana (aunque lo ideal sería el viernes, antes de irte a descansar). Así que si aún no lo has hecho, haz una lista de tus pendientes del lunes, revisa qué te falta y ponlo en su lugar para comenzar la semana con todo. Es como dejar las zapatillas bajo la cama si en la mañana quieres salir a correr.
Facilítale las cosas a tu yo del futuro y relájate.
La tarde y la noche del domingo deben ser para ti, no para terminar pendientes. Para bajar la velocidad, para pensar en tu futuro, para acercarte a las personas que te importan.
Así que si quieres rendir mejor en el trabajo y estresarte menos en tu vida personal te invito a santificar las tardes de los domingos, no solo la de los viernes.
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