¿Alguna vez te has acostado muy tarde (o no has dormido) para terminar alguna tarea? Seguro que sí, todos lo hemos hecho alguna vez y no tiene nada de malo.
A menos que se vuelva un hábito.
Hay quienes se sienten más más productivos durante la tarde o la noche que es cuando terminan las tareas que no avanzaron durante el día. Si eso te pasa te invito a preguntarte lo siguiente:
— ¿Realmente no pudiste hacer esas tareas durante el día o procrastinaste hasta que no tuviste más remedio que hacerlas?
Pero responde en serio, no mientas para complacerte.
En mi experiencia, la mayoría de casos no son de personas ultra ocupadas que no les queda otra que quedarse despiertos hasta tarde para terminar sus pendientes, sino de personas que procrastinan hasta que la culpa no los deja dormir y se ponen al día muy tarde.
Pero dormir menos es matarte lentamente (aunque se necesita otro artículo para explicarte por qué dormir menos destruye tu salud).
Si esto te pasa la solución es simple: acuéstate temprano. Cambia la medianoche o la 1 de la mañana por las 11, luego las 10 o las 9. Así dormirás tus horas completas y estarás despierto y renovado tan temprano que podrás avanzar con todos esos pendientes antes del desayuno.
Así cuando muchos comienzan su día tú ya habrás terminado tus tareas importantes, y sentirás que liberaste al ganador que llevas dentro porque venciste a la procrastinación.
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