¿Tienes un negocio en el que trabajas jornadas de 14, 16 o 18 horas diarias y a pesar de estar agotadísimo sientes que no va a ninguna parte? Es porque aún no eres un empresario, sino el empleado, perdón, el esclavo, de tu negocio.
Y en este video te enseñaré a salir de esa rueda de hamster.
¿Por qué empezaste tu negocio? Seguro querías ser tu propio jefe, tener libertad y no depender de un sueldo. Pero como todos los emprendedores aprenden a la mala, tu negocio te explota más que cualquier jefe tóxico. La razón es porque tu negocio aún está en su infancia, lo que significa que tú y el negocio son lo mismo.
¿Es tu caso?
Para que tu negocio supere su infancia debes entender que ser técnico no es lo mismo que ser empresario. Ser un buen panadero no es lo mismo que dirigir una panadería. Pero año tras año, miles de personas abren su negocio y apuestan sus sueños creyendo que sus conocimientos técnicos les bastan. Pero ser técnico es ser el obrero de tu negocio, y ser empresario es ser el arquitecto del mismo.
Cuando hay algo que hacer el técnico se pregunta: ¿cómo lo hago? mientras que el empresario se pregunta: ¿quién puede hacerlo? El técnico quiere ponerse manos a la obra, mientras que el empresario diseña los procesos y la estructura del negocio. Si el técnico se enferma o quiere irse de vacaciones, todo el negocio se detiene, pero si el empresario se va de vacaciones, el negocio sigue generando dinero.
Entonces pregúntate: ¿Cuántas horas a la semana pasas siendo el arquitecto de tu negocio? Si tu respuesta cero (o un número cercano), ahí está el problema.
Así que empieza reservando al menos media hora o una hora al día para diseñar tus sistemas. Lo primero que harás será enlistar las tareas clave de tu negocio e identificar de esa lista cuáles puedes delegar a otra persona y cuáles solo puedes hacer tú. Pero aún no contrates a nadie.
Lo siguiente es que mientras vas haciendo esas tareas que quieres delegar, las documentes. La forma más sencilla es grabarte con tu celular mientras las haces. Luego piensa en como optimizar esa tarea: hacerla en menos tiempo, con menos pasos. Y cuando la tengas prefeccionada, entonces puedes contratar ayuda y deshacerte de esa tarea, solo tendrás que supervisar unos minutos diarios que todo esté en orden.
Luego haz este proceso con otras tareas y sigue liberándote de ellas hasta trabajar cada vez menos y solo dedicarte a supervisar y mejorar los sistemas de tu negocio.
Recuerda que el objetivo de todo buen empresario es despedirse a sí mismo.
Para ahondar más en este tema te recomiendo tres libros:
- El mito del emprendedor de Michael Gerber.
- El sistema Clockwork de Mike Michalowicz
- La semana laboral de 4 horas de Tim Ferris
Y si quieres asesoría para tu negocio, sígueme porque pronto haré transmisiones en vivo respondiendo todas tus preguntas.
Leave a Reply