¿Quieres mejorar tus finanzas y no sentir que el dinero se te escurre como agua entre los dedos? Entonces debes leer este libro: “El hombre más rico de Babilonia”. Fue escrito hace 97 años por George Samuel Clason como si fuera una historia de la antigua Babilonia; de manera que uno siente que está leyendo una fábula en lugar de un manual de contabilidad.
En este libro, el sabio Arkad le explica a los ciudadanos cómo se volvió el hombre más rico de Babilonia a pesar de venir de la pobreza y los pasos que cualquiera puede seguir para lograrlo también.
Quiero compartirte un fragmento de este libro que me dejó pensando mucho en como el dinero y la felicidad se pueden conectarse cuando tienes un propósito:
Demasiados hombres de Babilonia están criando a sus familias en barrios inadecuados. Pagan a los exigentes propietarios alquileres por habitaciones donde sus esposas no tienen lugar para cultivar las flores que alegran el corazón de una mujer y sus hijos no tienen lugar para jugar sus juegos, excepto en callejones sucios.
La familia de un hombre sólo puede disfrutar de la vida al máximo si tiene una parcela de tierra donde los niños puedan jugar en un suelo limpio y donde la mujer pueda cultivar no sólo flores sino también buenas hierbas para alimentar a su familia. El corazón del hombre es feliz comiendo higos de sus propios árboles y uvas de sus propias viñas. Ser dueño de su propia casa y tener un lugar que se enorgullece de mantener le da confianza en su corazón y le permite esforzarse más en todos sus proyectos.
Este fragmento me encanta porque realza las cosas simples y a la vez hermosas de la vida, como cultivar las flores, que los hijos tengan un espacio donde jugar, y tener un lugar que te ayude a esforzarte más en tus proyectos y te alegre el corazón.
Y es que cuando buscas dinero solo por dinero, te quedas con un vacío (por eso la lista de millonarios deprimidos es gigante).
Pero cuando lo buscas para alegrar el corazón de tu familia, con un propósito, es cuando tu vida cobra sentido y puedes alcanzar lo que sea que te propongas.
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