Dos cosas que te engordan y no sabías

¿Estás luchando por bajar unos kilitos? Normalmente le atribuimos el sobrepeso a una vida sedentaria y a falta de una dieta balanceada. Pero hay otros dos factores a los que no les prestamos atención pero están ahí, haciéndote subir de peso cada día y no los ves.

El primero es dormir mal, porque si no duermes tus horas completas, trasnochas por avanzar tu trabajo (o por irte de parranda) vas a subir de peso. Ojo que si estás en tus 20, tu metabolismo seguro aguanta ese trajín sin efectos secundarios (porque la juventud es maravillosa) pero, eventualmente, sobretodo después de los 30, te empezará a pasar factura (y no se diga después de los 40).

Si duermes mal, estarás cansado durante el día y tu cuerpo necesitará comida adicional para obtener la energía que le falta. Y es por eso que los días siguientes a una mala noche estás picoteando a cada rato. La falta de sueño hace que tu cuerpo produzca más grelina (la hormona del hambre) y menos leptina (la hormona de la saciedad).

Y la segunda causa es el estrés. Sí, el estrés y dormir mal engordan. Las personas con estrés recurren a la comida como forma de reducir la ansiedad, sobre todo cosas dulces que les den una sensación placentera dentro del caos en el que están viviendo (pero, entre las cosas que engordan, el azúcar se lleva el primer puesto).

Esto se debe a que en situaciones de estrés el cuerpo libera más cortisol (la hormona del estrés). Y esta subida de cortisol desencadena más liberación de grelina (la hormona del hambre) y menos leptina (la hormona de la saciedad).

Y si lo piensas, es un círculo vicioso, porque dormir mal te deja agotado, ese agotamiento te lleva a una vida sedentaria, y esa vida sedentaria te ocasiona estrés y ansiedad. Esa ansiedad hace que no duermas bien y el ciclo vuelve a comenzar.

Así que empieza a cuidar tus horas y rutinas de sueño (si quieres consejos para dormir mejor, escríbelo en los comentarios). Y también empieza a hacer ejercicio: ve al gimnasio o camina 15 minutos al día. Estos dos sencillos cambios van a hacer que te sientas bien y que luzcas bien.

Dime si no vale la pena intentarlo.