No soy un gran programador. Sé programar, lo hago bien y apoyo al equipo de EDteam de vez en cuando. Pero hay muchos mejores que yo. Sé que si le dedicara más tiempo sería uno de los mejores y eso me reconforta, no es falta de capacidad, es falta de tiempo, por mi cargo debo dedicarle muchas horas a otras tareas y el código queda en último lugar de mis prioridades.
Ahora bien, a pesar de dictar cursos de programación, a menudo siento que se me está yendo el tren. Cada día salen cosas nuevas, nuevas herramientas, librerías, frameworks, que abruman incluso a los que se dedican a esto a diario, asi que imaginate como estaré yo. Eso me ha generado angustia y conflictos internos. ¿Es correcto dirigir una empresa de tecnología si me estoy perdiendo de los avances en el área? ¿Deberia delegar tareas de mi cargo y pasar más tiempo programando? ¿Debo renunciar de una vez al código y solo dedicarme a dirigir?
Un día en un evento se me acercó un muchacho que me contó que estaba trabajando como programador en una empresa y me agradeció porque aprendió JavaScript conmigo. Eso me emocionó mucho. El muchacho a estas alturas debe dominar más cosas que yo de ese lenguaje (porque trabaja con él todos los días) pero conmigo lo aprendió y luego pudo seguir su propio camino y crecer. De igual manera hace unas semanas, Alejandro García, programador frontend en EDteam, me dijo que aprendió JavaScript también conmigo y me quedé impresionado. El trabaja con React, Redux, Nodejs, React Native y otras cosas de las que yo no tengo ni la más remota idea, pero saber que le ayudé a dar sus primeros pasos me da un sentido, hace que se me vaya el maldito síndrome del impostor y entienda que no es necesario ser el mejor programador para tener valor en el mundo. Ser el mejor profesor, aunque enseñe las cosas más básicas cuenta mucho, porque ayudo a entregarle al mundo grandes programadores que serán mucho mejores que yo. Y eso es muy gratificante.
Y es que el primer aprendizaje es crucial en el desarrollo de una persona. Mi hijo está aprendiendo a leer, leer para él luego será cotidiano y básico frente a cosas como aprender un nuevo idioma, las matemáticas, las ciencias o lo que estudie a futuro. Pero ese paso inicial, esa maestra que le ayudó a comenzar marcará una etapa decisiva en su vida. Por más que haya quienes piensen que los cursos básicos son eso “básicos” (como quien dice, muy fáciles, sin importancia, que los puedes pasar por alto), ese aprendizaje es la “base” de todo. Un edificio no puede construirse sobre cimientos débiles. Que yo explique qué es una variable o una condicional para muchos es demasiado elemental y no merece ni tomarse el tiempo. Pero es por quienes piensan así es que tenemos estudiantes desmoralizados porque lo que para ellos es la asombrosa puerta a un mundo nuevo (como saber qué es una variable) es menospreciado por los demás. Y ese es otro de los grandes problemas de aprender a programar.
Por eso es un grave error poner a programadores de escritorio (quienes solo programan pero no han tenido experiencia enseñando) a dictar clases. Sus estudiantes se sienten tontos porque no entienden nada (cuando el culpable es el profesor que no se sabe explicar) y los profesores terminan aburridos ya que no quieren perder su tiempo explicando cosas básicas (y fácilmente pierden la paciencia). Obviamente, llegados a cierto nivel ese programador de escritorio será un excelente profesor en ciertas materias avanzadas, pero, para comenzar, nada mejor que un profesor real, solo él te abrirá la puerta del conocimiento de forma correcta para que luego puedas seguir tu propio camino. Piensa en el tiempo y las energías que gastas con un mal profesor y que ponen en peligro tu carrera.
Hay quienes pueden ser ambas cosas a la vez (profesor real y programador de escritorio), y es un lujo que sean profesores de EDteam.
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