Crecimiento personal,  Marketing y emprendimiento

No me importa qué tecnología aprendas en 2019

Cuando comencé con EDteam mi objetivo era dar una excelente educación con profesores reales y apasionados, cursos muy bien estructurados y secuencias de aprendizaje. A la gente le gustó mucho la propuesta “Desde Cero” de EDteam que rompía con el enfoque egocéntrico de endiosar al programador y hacerte sentir mal si no sabes HTML. Así que las personas que querian comenzar en la tecnología, vieron EDteam como su mejor opción y pronto las demás plataformas siguieron nuestro modelo. Con el tiempo fui entendiendo que aunque el producto es importante (porque es lo que la empresa vende) este no basta. También debía preocuparme por mejorar la plataforma, la web, la experiencia de usuario, la atención al cliente, por reclutar talentos (profesores, programadores, diseñadores, etc.), por motivar al equipo, por cuidar que las ventas alcancen para pagar salarios y gastos, hacer marketing. Los cursos (el producto) son finalmente la punta del iceberg de un sistema muy grande.

Sin embargo, en algún momento entendí que había algo más importante en este sistema: si quería que EDteam siga creciendo tenía que mejorar yo, no solo los procesos, el marketing o las ventas. Porque al final una empresa no es más que un grupo de personas que sirven a otras personas. Más allá de los estados financieros, de la optimización de procesos o las campañas de marketing, si queremos que la empresa crezca debemos crecer como personas. No como programadores, diseñadores, marketeros, contadores, sino como personas. Esa diferencia, aparentemente pequeña, superficial, es la base del crecimiento personal. No somos personas más plenas por programar mejor, sino cuando logramos un equilibrio en nuestras vidas, entre el trabajo y nuestros seres queridos, entre el trabajo y nuestras metas y sueños personales. ¿De qué sirve ser el mejor programador en tu empleo si año tras año sigues relegando esos sueños que cada vez se ven más lejanos? ¿Ese viaje, ese matrimonio que se va debilitando por tu estrés laboral, esos hijos que no ven a papá o mamá porque anda programando mucho, esa tarde en familia, ese instrumento que quieres aprender a tocar, esas clases de natación, esos kilos de más que te bajan el autoestima?

Por eso mis metas en 2019 ya no son técnicas, no porque vaya a dejar de desarrollar habilidades técnicas (eso no sucederá). Nunca dejaré de estudiar y aprender cosas nuevas, pero eso ya lo doy por sentado, ya es un hábito, no una meta. Si tuviera que resumir todos mis propósitos en una sola frase sería esta: “Llevar una vida más plena, equilibrando trabajo, familia y proyectos personales, haciendo crecer a los tres por igual. Valorando más lo que tengo en lugar de soñar y quejarme por lo que no tengo”.

Mi resolución más importante: dejar el código

Esta es la resolución que más me costó tomar (aunque era obvia). Recuerdo que Alexys decía en reuniones que yo ya no debía hacer código sino dedicarme a otras cosas. Yo me quedaba callado pero dentro de mi mente resonaba una negación constante. Me autoengañaba diciéndome que no puedo dejar lo que me costó tantos años aprender, que los cursos míos son los mejores en español (en las áreas que domino), que no se aprende para olvidar. Escribiré de esto más a fondo en otro artículo pero, la frase que me dijo un día Manu lo resume todo, fue una bofetada de realidad, una epifanía que me había negado a ver:

— Debes dejar el ego. ¿Quieres crecer solo tú o qué crezca todo EDteam?

Nunca lo había visto como ego, para mí era mi carrera, era mi talento. Pero tenía toda la razón, detrás de mi negativa a dejar de hacer código había ego, había ansias de ser el mejor en lo que hago y ganar mucha más reputación. Sin pensar que ese crecimiento mío no ayudaba al crecimiento de EDteam ya que dejaba a la empresa descabezada, con un CEO que no entendía las prioridades y no entendia del trabajo en equipo. Para explicarlo con una metáfora: yo quería meter todos los goles olvidándome del resto del equipo. No lo hacía al propósito, pero era así.

Estrictamente nunca dejaré el código, como un futbolista nunca deja de patear una pelota y divertirse. Pero pasará a ser un pasatiempo más que un trabajo profesional. Al dejar de hacer código podré dedicar ese tiempo a representar a EDteam en eventos, conferencias, relaciones públicas con empresas y posibles socios nuevos. A desarrollar nuestra cultura como equipo, nuestros principios y nuestros sueños colectivos e individuales. Podré trabajar más duro en mis habilidades de liderazgo para que el equipo (nuestro activo más importante que actualmente es de 14 personas) siga tan unido como hasta ahora. Porque si el equipo se desmotiva, EDteam está muerto. No importa que tan bueno sea con el código, eso no hará que el equipo sueñe despierto mientras trabaja sintiendo que es parte de una misión mayor. Sintiendo que está transformando Latinoamerica desde una habitación de su casa.

Sueño con inspirar personas. Sueño con transformar Latinoamérica. No sueño con viajar a Estados Unidos y tomarme una foto en Silicon Valley. Tenemos demasiados problemas que resolver en Latinoamérica para ponernos a soñar sueños gringos. Soñemos nuestros propios sueños, la educación es el arma más poderosa para lograrlos.

Me gustaría invitarte a la reflexión. ¿Cuáles son tus propósitos no técnicos para 2019? No me digas aprender tal lenguaje o tal framework. Porque yo sé que sí los aprenderás y que EDteam te ayudará a dominarlos. Sino esas habilidades humanas que te ayudan a ser completamente feliz. ¿Cuántas de esas metas tienes en tu lista? Si no tienes ninguna, quizás aún estés a tiempo de replantear tu lista.

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