¿Las ventas de tu negocio son bajas? ¿Mejoras la calidad de tus productos pero no mejoran las ventas? ¿Sabes que eres mejor que tu competencia, pero tus ventas no suben?
El problema no es tu producto, es tu cliente y te voy a contar una historia que lo explica.
Joshua Bell es uno de los mejores violinistas del mundo: dio su primer concierto a los 7 años, ha tocado en las mejores orquestas del mundo y cobra más de 50 mil dólares por concierto.
En 2013, el diario Washintong Post realizó un experimento para saber si la gente cotidiana aprecia la buena música y pusieron a Joshua en el metro de Washintong a tocar con su violín de 4 millones de dólares las mismas piezas musicales que en sus conciertos. Pero, las personas pasaban con prisa y no le prestaban atención y solo algunos le arrojaron unas monedas. Después de una hora, había ganado apenas 32 dólares. ¡El hombre que cobra más de 50 mil dólares por hacer lo mismo!
La lección de marketing de esta historia es que…
“No importa que tan bueno sea tu producto, si lo vendes al público incorrecto no te van a comprar.”
Tatúate eso, imagina que es el WhatsApp de la chica más hermosa de la fiesta así que escríbelo en tu mano y no te la vuelvas a lavar.
“No importa que tan bueno sea tu producto, si lo vendes al público incorrecto no te van a comprar.”
Seguro piensas que con marketing Joshua habría ganado más de 32 dólares. Y sí, es verdad. ¿Pero llegaría a ganar lo mismo que en un concierto? Ni de broma.
Por eso toda estrategia de marketing comienza escogiendo a quien va dirigido el producto. No importa cuánto gastes en anuncios, correos o bonitos empaques, si le vendes al público incorrecto no te van a comprar.
Así que detente un rato y piensa: ¿Eres Joshua Bell en la estación del metro?, ¿tienes un excelente producto pero el público incorrecto?
Entonces, ya sabes lo que tienes que hacer.
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