Mientras algunos sueñan con ser profesionales, futbolistas o artistas, yo siempre soñé con tener una empresa y dirigir un equipo (como EDteam). Me gustaba leer libros de gestión y desarrollo personal. Me apasionaba leyendo biografías de personas que alcanzaron el éxito y de empresas que se convirtieron en gigantes con excelentes estrategias y gestión interna. Sentía que tarde o temprano llegaría mi momento y esas historias me motivaban.
A los 30 años creé mi empresa: Escuela Digital y me di un golpe de realidad durísimo. Todos los libros que leí no me sirvieron. Fue impactante, se suponía que me había preparado por años para eso, pero las cosas no funcionaban. Y pensar que solía divertirme (y elevar mi ego) identificando las fallas de otras empresas. Pero cuando me tocó a mí, no podía identificar mis propios errores. Eventualmente, la empresa murió.
Por nostalgia seguí usando el nombre en un canal de YouTube que derivó luego en mi segunda empresa: EDteam. Y ¿qué creen? Volví a cometer demasiados errores que, en teoría, no debería cometer por mis conocimientos. Llegué al punto creer que podría quebrar en más de una ocasión.
El secreto que lo cambió todo
Caí en pánico. Me devanaba los sesos pensando qué estrategia podría salvarnos. Entonces releí varios libros y leí otros nuevos y se hizo la luz: comprendí qué estaba haciendo mal, qué debía hacer y no estaba haciendo y diseñé una estrategia que nos hizo superar la tormenta.
Pero si ya había leído lo mismo antes, ¿cuál fue la diferencia? Que ahora ya estaba en la parte práctica, podía identificarme con lo que leía, podía interiorizar cada concepto en lugar de solo verlo desde la tribuna como antes. No hay clase, diplomado, curso o título universitario que se compare con la experiencia. Es cuando llevas tu conocimiento a la práctica cuando realmente lo interiorizas y te vuelves bueno en eso. No hay otra forma: tienes que ensuciarte las manos, salir a la cancha. No importa cuantas biografías de Steve Jobs leíste, si no estás llevándo la teoría a la práctica, tus consejos y tus charlas son solo palabreo vacío y nadie debería prestarte atención.
Esto no se trata de emprendimiento, se trata de tu vida
Aunque empecé hablando de mis dos empresas, este artículo no se trata de emprendimiento, se trata de ser mejor en la vida, de comprender que todo conocimiento que creas tener no vale nada si no lo llevas a la práctica. Porque ese enfoque te ahorrará malos momentos y te llevará más lejos en tus objetivos.
En EDteam fuimos los primeros en español en implementar la metodología orientada a proyectos porque teníamos esto muy claro. No te quedes con lo que sabes: luego de estudiar un tema practícalo. Repite los ejercicios que hizo el profesor sin volver a ver la clase, regresa a la clase solo cuando te sientas atascado. Verás que tu progreso será muchísimo mayor.
Ahora comprenderás por qué las empresas solicitan personal con experiencia y por qué esto frustra tanto a los recién egresados que quieren trabajar ya. Las empresas saben que el conocimiento sin práctica no sirve, y el egresado cree que sabe mucho (he visto a algunos asegurar que saben incluso más de los que están trabajando años) pero no es así, está recién en mi situación cuando quebré mi primera empresa.
La experiencia no es solo trabajar para otros en grandes proyectos. Pueden ser proyectos tuyos, proyectos de la universidad, apoyos en meetups, comunidades, hackatones, prácticas, pasantías. Lo que sea pero mientras no te ensucies las manos, no sabes nada. O como me dijo alguien una vez: “No puedes ser un panadero si nunca has quemado el pan”.
Si quieres compartir experiencias de emprendimiento y estás cerca de Lima, te invito este 31 de agosto al taller de emprendimiento de EDteam.
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