¿Quieres ser más productivo? ¿Has intentado todos las trucos de productividad pero sientes que gastas más tiempo probando listas, pomodoros, apps de tareas, apps para tomar notas o calendarios que terminando tus pendientes?
No estás solo.
Y es que los trucos son la parte externa de la productividad, la cáscara. Pero por debajo hay unos principios que suelen pasarse por alto y que debes comprender antes de ir al truco. Una casa se empieza a construir desde sus cimientos, no escogiendo el color de las cortinas.
Así que lo primero es entender qué es la verdadera productividad.
La mayoría de personas creen que se trata de hacer más cosas: producir más. Y eso estaría bien si habláramos de una máquina, o de una fábrica. Pero como personas nuestro tiempo y energía son limitados. Hacer más cosas implica un día terminar rendido de agotamiento sin poder levantarse.
Me ha pasado.
Entonces, la verdadera productividad no es hacer más cosas, sino hacer las cosas correctas que creen los resultados que quieres para tu vida. Lo que implica tener una dirección clara de a donde quieres llegar. Esa dirección, ese objetivo te ayudará a decidir si lo que estás haciendo ahora te acerca o no a esa meta. Sin una dirección vivirás todos los días con la sensación de estar estancado. Y es una sensación deprimente.
La verdadera productividad no significa hacer más cosas o ser multitasking, sino enfocarse. Cuando haces muchas cosas ninguna la haces bien (imagina a Messi queriendo ser cocinero, programador, músico y cantante además de futbolista). Es cuando dedicas todas tus energías a una sola cosa cuando obtienes resultados increíbles.
La verdadera productividad no significa hacer más cosas, sino eliminar los obstáculos de las tareas que realizas. Un obstáculo puede ser que necesitas practicar más o estudiar más para hacer mejor una tarea. Otro obstáculo pueden ser las notificaciones de tu teléfono interrumpiéndote. Mientras más obstáculos elimines de tus tareas importantes, más productivo serás.
La verdadera productividad no significa hacer más cosas sino ser organizado y tener cada cosa en su lugar. Porque cuando no sabes donde están tus llaves, tu teléfono, un documento, una hoja de cálculo, pierdes mucho tiempo buscándolos y agotas tu energía mental que es limitada. Ser organizado significa también tener claras y anotadas tus tareas y tus citas en el calendario.
La verdadera productividad no significa hacer más cosas, sino saber decir no para no meterte en compromisos de los que luego no sabes como zafarte. Y para decir que no, debes tener bien claro a qué decirle que sí (a aquello que te acerca a tus metas).
Así que cuando comprendas en qué consiste la verdadera productividad y empieces a aplicar estos principios a tu vida, recién entonces podrás agregar encima los trucos que has visto en internet. Y entonces sí te funcionarán y acelerarán tus resultados.
Pero si quieres ser más productivo solo en base a trucos, será como querer curar una fractura con una venda. Te va aliviar por un momento, pero pronto el dolor aparecerá de nuevo y más fuerte.
